Si bien la desheredación de un hijo es un tema delicado, existen situaciones en las que se puede llevar a cabo de manera legal. Según el derecho civil, los padres tienen el derecho de desheredar a sus hijos en casos muy concretos, siempre y cuando se justifique la decisión y se cumplan con los requisitos legales.
Es importante destacar que el derecho de desheredar no es absoluto y que no se puede desheredar a un hijo sin motivo justificado. Según la ley, existen motivos tasados para desheredar a un hijo, que incluyen casos de violencia doméstica, maltrato físico o psicológico, delitos graves contra los padres o los hermanos, y falta de relación con los padres durante un largo periodo de tiempo. Además, el hijo desheredado tiene derecho a impugnar la decisión ante un juez, quien valorará si la desheredación está justificada o no.
Según la legislación española, los hijos tienen derecho a una legítima, es decir, a una parte de la herencia que les corresponde por ley. Esta legítima es una cuota de la herencia que se calcula en función del número de hijos que tenga el fallecido. La legítima es una parte de la herencia que no se puede privar al hijo, salvo que se den ciertas causas.
Causas de desheredación
Las causas por las que se puede desheredar a un hijo están reguladas por la ley, y son las siguientes:
- Haber incurrido en alguna de las causas de indignidad que se establecen en el Código Civil, como por ejemplo haber intentado quitarle la vida al testador, haberle acusado falsamente de un delito o haberle maltratado física o psicológicamente.
- Haber incurrido en alguna de las causas de desheredación que se establecen en el Código Civil, como por ejemplo haberse negado a dar alimentos al testador cuando éste los necesitaba, haberle maltratado de obra o injuriado gravemente de palabra, o haber cometido un delito contra el testador o su familia.
- También entra en juego el Derecho Penal: haber sido condenado por sentencia firme por haber atentado contra la vida del testador, de su cónyuge, de sus descendientes o ascendientes.
- Haber negado alimentos al testador durante al menos dos años consecutivos, o durante un tiempo superior si el testador fallece antes.
Es importante destacar que la desheredación debe estar fundamentada y probada. Es decir, que si se quiere desheredar a un hijo, se debe demostrar que ha incurrido en alguna de las causas anteriormente mencionadas. También es importante tener en cuenta que la desheredación no es una medida que se pueda tomar a la ligera. Desheredar a un hijo puede generar tensiones familiares y puede provocar que los demás herederos impugnen el testamento.
La desheredación es una medida excepcional que se puede tomar en circunstancias muy concretas. Si se está pensando en desheredar a un hijo, es fundamental contar con el asesoramiento de un abogado especialista en derecho de sucesiones, que pueda guiar al testador y ofrecerle una solución legal y justa.
Procedimiento para desheredar a un hijo
El primer paso en el proceso de desheredación es la redacción de un testamento en el que se manifieste de forma clara la voluntad de desheredar al hijo. Es importante tener en cuenta que la ley establece unas causas específicas que justifican la desheredación, como el haber incurrido en una de las causas de indignidad recogidas en el artículo 853 del Código Civil. Estas causas son muy concretas y se refieren a comportamientos como la violencia física o psicológica, el maltrato a los padres, el delito de homicidio o el intento de asesinato, entre otros.
Una vez redactado el testamento, se debe solicitar la ayuda de un abogado especializado en derecho sucesorio, quien se encargará de asesorar al testador y comprobar que se cumplen los requisitos necesarios para llevar a cabo la desheredación.
El siguiente paso es comunicar al hijo la decisión de desheredarlo mediante una carta notarial, donde se le informe de las causas que justifican la desheredación. Es importante destacar que el hijo desheredado tiene el derecho de impugnar la decisión ante los tribunales y tratar de demostrar que las causas no se ajustan a la realidad.
Si el testamento cumple con los requisitos legales y la desheredación está debidamente fundamentada, el hijo desheredado no tendrá derecho a la legítima, que es la parte de la herencia que la ley otorga al cónyuge, a los descendientes y, en su caso, a los ascendientes del fallecido. Además, cabe destacar que la desheredación no implica la privación del derecho a la herencia, ya que el hijo desheredado tendrá derecho a reclamar su parte correspondiente en caso de que se hayan vulnerado sus derechos.
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