En la montaña rusa de la vida financiera, las deudas a veces pueden acumularse de manera abrumadora, afectando nuestra tranquilidad y sobre todo al futuro. Pero debemos tener en cuenta que existen diversas opciones disponibles para aliviar el peso de las mismas. Una alternativa especialmente relevante es la Ley de la Segunda Oportunidad, una herramienta legal que ha surgido como un salvavidas financiero para aquellos que enfrentan una situación económica insostenible.
Así, veamos diferentes opciones que puede tener un deudor a la hora de afrontar este problema:
1. Renegociación con Acreedores
Una primera opción es contactar a los acreedores para explorar la posibilidad de renegociar los términos de pago. Algunos acreedores pueden estar dispuestos a aceptar pagos más bajos o un calendario de pagos extendido para ayudarte a enfrentar tus dificultades financieras.
Es decir, la clave está en negociar e intentar llegar a un acuerdo con ellos. Ya lo dice el refrán: «Al buen pagador no le duelen prendas». Si tus acreedores ven que cumples, renegociar con ellos las deudas será más sencillo.
2. Consolidación de Deudas
La consolidación de deudas implica combinar múltiples deudas en un solo préstamo. Esto puede facilitar la gestión de las deudas al tener un solo pago mensual. Sin embargo, es importante investigar las tasas de interés y los términos antes de decidirte.
Reunificar la deuda es una buena opción. Suele hacerse contratando un nuevo préstamo y empleando el importe del mismo para amortizar las deudas pendientes.
3. Refinanciamiento
El refinanciamiento implica obtener un nuevo préstamo con tasas de interés más bajas para pagar deudas existentes. Esto puede reducir los costos a largo plazo, pero nuevamente, es fundamental analizar los términos y las condiciones cuidadosamente.
Esta refinanciación no es otra cosa que un cambio de condiciones de las deudas, que pueden pasar por:
- Reducir el plazo
- Reducir la cuota
- Reducir el interés
- Cambiar el tipo de interés
- Unir cuotas
Y esta refinanciación la podemos hacer:
- Dentro del mismo banco en el que estamos, cambiando las condiciones de los préstamos.
- Cambiando de entidad para obtener unas condiciones distintas.
- Reunificando las deudas en una única nueva deuda.
4. Bancarrota
Si las deudas son insuperables y no se pueden manejar de ninguna otra manera, la bancarrota puede ser una opción. Sin embargo, esta medida puede tener un impacto negativo en tu historial crediticio y en tu capacidad futura para obtener crédito.
5. Ley de la Segunda Oportunidad
La Ley de la Segunda Oportunidad brilla como una alternativa especialmente poderosa. Esta norma permite a individuos y autónomos liberarse de deudas inmanejables después de un proceso legal estructurado. Implica etapas como el acuerdo extrajudicial de pagos, la mediación concursal y la posibilidad de exoneración de deudas después de la liquidación de activos. La ley tiene como objetivo brindar un nuevo comienzo a personas atrapadas en situaciones financieras desesperadas.
Esta Ley busca proporcionar a personas físicas la oportunidad de reencauzar sus vidas tras fracasos económicos o empresariales. Su objetivo es permitir a individuos salir de la pesada losa de deuda que, de otra manera, sería imposible de satisfacer. Si crees que tu mejor opción es esta, te recomendamos que te rodees de abogados especializados en la Ley de Segunda Oportunidad.
El mayor beneficio de acogerse a esta opción es la exoneración de deudas, permitiendo al deudor liberarse de ciertas obligaciones. Además:
- Detiene temporalmente ejecuciones y embargos.
- Proporciona tiempo para vender activos y evitar ejecuciones.
- Detiene los intereses de las deudas, excepto los hipotecarios.
- Permite la venta de activos mientras el negocio sigue funcionando.
- Conserva activos legalmente inembargables, como bienes necesarios para el negocio o la subsistencia.
Quiénes Pueden Optar por la Ley de Segunda Oportunidad:
Esta ley está diseñada para personas físicas, incluidos particulares y trabajadores autónomos, que se encuentren en un estado de insolvencia debido a un sobreendeudamiento. No existe un momento fijo para acogerse a ella; varía según cada caso y, por lo general, se recomienda cuando la insolvencia es evidente o anticipada.
Requisitos para el Procedimiento:
- Demostrar que el patrimonio no es suficiente para satisfacer todas las obligaciones crediticias.
- La deuda total no debe exceder los 5 millones de euros.
- Actuar de buena fe, demostrando que la insolvencia no se debe a dolo o culpa grave.
- Tener 2 o más deudas con diferentes entidades.
- Obtener asesoría legal y buscar un acuerdo extrajudicial antes de acogerse a la ley.
- No haber sido condenado por ciertos delitos económicos o sociales.
- No haber rechazado ofertas de empleo acordes a las capacidades en los últimos cuatro años si está desempleado.
Pasos para Solicitar la Ley de Segunda Oportunidad:
- Fase Extrajudicial: El deudor presenta una solicitud ante un notario detallando su situación financiera. Busca un acuerdo extrajudicial de pagos con quitas y esperas, con la participación de al menos el 60% de los acreedores.
- Fase de Concurso: Si el acuerdo extrajudicial no se logra en dos meses, el solicitante puede acudir al juzgado mercantil para presentar un concurso de acreedores voluntario. Un juez decidirá si se exoneran total o parcialmente las obligaciones, lo que se conoce como Beneficio de Exoneración del Pasivo Insatisfecho.
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