Antes de saber cómo afecta la legítima a los herederos, debemos saber qué es la legítima.
La legítima es la parte de la herencia que, por ley, tiene que ir a ciertos herederos, conocidos como «herederos forzosos». No es opcional, lo que significa que el testador no puede disponer libremente de toda su herencia, ya que una parte está legalmente destinada a estos herederos.
¿Quiénes son los herederos forzosos?
La legislación distingue varios herederos forzosos, que son aquellos que tienen derecho a la legítima:
- Los hijos y descendientes: Son los primeros en la línea de herencia. Si uno de los hijos ha fallecido, su parte de la legítima pasará a sus descendientes (nietos del fallecido).
- Los padres y ascendientes: Si el fallecido no deja hijos o descendientes, sus padres o abuelos tendrán derecho a una parte de la herencia.
- El cónyuge viudo: El cónyuge no recibe una porción de la herencia como tal, pero sí tiene derecho a una parte del usufructo, que puede variar según las circunstancias. Lo que significa que puede usarlos o disfrutar de sus beneficios mientras viva.
¿Qué porcentaje corresponde a la legítima?
El cálculo de la legítima depende de la estructura familiar del fallecido:
- Si hay hijos: La legítima representa un tercio de la herencia total, conocido como el «tercio de legítima estricta». Este tercio debe dividirse equitativamente entre los hijos.
- Si no hay hijos pero hay ascendientes: La legítima será la mitad de la herencia total.
- El cónyuge viudo: Tiene derecho al usufructo del tercio de mejora si hay descendientes, o al usufructo de la mitad de la herencia si no los hay.
¿Se puede reducir o eliminar?
Aunque la legítima es un derecho protegido, existen situaciones en las que se puede reducir o incluso eliminar. Esto sucede, por ejemplo, en casos de desheredación, que puede estar justificada por motivos como el maltrato grave o la falta de relación entre el testador y el heredero.
En muchas herencias surgen conflictos, y la legítima no es una excepción. Algunos problemas frecuentes son: peleas entre hermanos por la distribución de la legítima; bienes indivisibles, como una casa, que no se pueden dividir y que generan discusiones sobre qué hacer con ellos o reclamaciones de la legítima, especialmente cuando el testador ha intentado dejar más a una persona o a terceros y menos a los herederos forzosos.
¿Cómo afecta la legítima a los herederos?
La legítima afecta directamente a los herederos porque les garantiza una parte mínima de la herencia, lo que puede influir en cómo se reparten los bienes, aunque exista un testamento. Esto tiene varias implicaciones:
- Limitaciones al testador: Si una persona quiere repartir su herencia de forma libre entre familiares, amigos o causas benéficas, no puede disponer de todo su patrimonio a su antojo. La legítima reduce la parte de la herencia que se puede distribuir libremente.
- Reparto forzoso entre los herederos forzosos: La legítima garantiza que los herederos forzosos (principalmente hijos, padres o cónyuge, dependiendo del caso) reciban una parte de la herencia.
También afecta en el caso de bienes indivisibles como hemos comentado antes o cuando hay discrepancias entre los herederos. Además, no en toda España funciona igual, por ejemplo, en Cataluña la legítima es más pequeña.
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