El mejor consejo que te pueden dar los abogados para solucionar deudas es, sin duda, evitar caer en ellas. Sin embargo, sabemos que la realidad de las deudas es mucho más compleja. En muchas ocasiones, las personas se ven obligadas a adquirir deudas para poder acceder a bienes necesarios, como una vivienda, un coche o incluso para poder teletrabajar con el equipo adecuado.
Es inevitable que las deudas no formen parte de la vida financiera de muchas personas, la clave es saber gestionarlas adecuadamente cuando se presentan. No se trata solo de evitar las deudas, sino de saber cómo enfrentarlas y encontrar soluciones que permitan salir adelante sin caer en situaciones más difíciles. Por ello, rodearte de expertos en la materia en estos casos es clave.
Fases de las deudas
En general, las deudas tienen un plazo de prescripción, es decir, un tiempo límite para reclamar su pago. Este plazo varía según el tipo de deuda:
- Las deudas por servicios profesionales prescriben a los cinco años desde que se prestó el servicio
- Las deudas hipotecarias prescriben a los veinte años, es el plazo más largo.
- Las deudas tributarias, por su parte, prescriben a los cuatro años desde que se terminó el plazo para pagarlas. Este plazo puede interrumpirse si la Administración Tributaria realiza alguna acción para reclamar la deuda, como enviar una carta o iniciar un procedimiento de cobro.
- En el ámbito de la Seguridad Social, el plazo de prescripción para las deudas es de cuatro años. Este plazo también se interrumpe por cualquier acción administrativa que reconozca o intente cobrar la deuda.
Hay que tener en cuenta que el acreedor puede interrumpir estos plazos con requerimientos de pago o si el deudor reconoce la deuda.
Procedimiento extrajudicial
Como norma general, los acreedores antes de iniciar cualquier procedimiento judicial intentan llegar a un acuerdo con el deudor. Muchas veces es mejor «un mal acuerdo que un buen pleito». ¿Por qué? Porque es mejor un acuerdo, aunque no sea muy ventajoso, y así evitar pleitos largos y costosos y además con resultados inciertos.
Si la vía extrajudicial no da sus frutos, no queda otra que acudir a la vía judicial.
Aquí también entra en juego la Ley de Segunda Oportunidad, a la cual se puede acoger el deudor. A esta ley se aplica a cualquier persona física, ya sea particular o trabajador autónomo, en estado de insolvencia por sobreendeudamiento. Incluso se pueden acoger aquellos que han avalado a algún familiar que tiene deudas. Posibilita eliminar una deuda determinada si no existen mecanismos para afrontarla.
Procedimiento de ejecución de deuda
Si el deudor no paga una deuda o no se llega a un acuerdo, el acreedor podrá acudir a los Tribunales (salvo que sea una Administración Pública que iniciará la vía de apremio). Se puede iniciar un procedimiento de ejecución. Este proceso puede variar dependiendo de si la deuda es civil, hipotecaria o fiscal, de forma general, incluye los siguientes pasos:
- Requerimiento de pago: el acreedor puede solicitar a un juez que emita un requerimiento de pago al deudor.
- Embargo de bienes: si el deudor no paga, el juez puede ordenar el embargo de bienes del deudor (sueldos, cuentas bancarias, propiedades, etc.) para hacer efectivo el pago.
- Subasta de bienes: si el deudor sigue sin pagar, los bienes embargados pueden ser subastados para saldar la deuda.
El fin de la vida de una deuda
El ciclo de vida de una deuda termina cuando:
- Se paga por completo: el deudor paga la totalidad de la deuda, bien sea de forma directa o a través de un acuerdo con los acreedores.
- Se extingue por prescripción: si el plazo de prescripción transcurre sin que se haya interrumpido, la deuda pierde su capacidad de ser reclamada judicialmente.
- Se exoneran en virtud de la Ley de Segunda Oportunidad: si se cumplen los requisitos y el deudor puede demostrar que no puede hacer frente a las deudas, la ley le permite la exoneración de las mismas.
- Se liquida a través de un concurso de acreedores: si el deudor se acoge a un concurso de acreedores, puede llegar a un acuerdo para liquidar la deuda bajo unas condiciones acordadas judicialmente.
Consejos de abogados para solucionar deudas
Consejo 1
Lo principal es hacer un análisis detallado de tu situación financiera, saber qué y cuánto debes. Hacer una lista con todos los acreedores, la cuantía que se debe y las condiciones de pago ya que muchas veces se han firmado contratos abusivos. Un abogado especializado puede ayudarte a hacer un diagnóstico financiero completo y ofrecerte alternativas según tu situación particular.
Hecho este análisis sabrás a qué te enfrentas y cuál es tu situación real.
Consejo 2
Como hemos comentado anteriormente, es recomendable llegar a un acuerdo con los acreedores y evitar la vía judicial. Negociar es una de las soluciones más efectivas: quitas o fraccionamiento del pago lo que te dará un respiro a nivel financiero.
Consejo 3
Volvemos a hacer hincapié en la Ley de Segunda Oportunidad y como su propio nombre indica: te da otra oportunidad para empezar de cero en su situación financiera. Esta ley permite que las personas físicas puedan exonerar parte o la totalidad de sus deudas, siempre y cuando se cumplan ciertos requisitos.
Consejo 4
Si tienes una hipoteca y no puedes hacer frente a los pagos, una solución es: la dación en pago. Se trata de una alternativa que te permite entregar el bien como pago total de la deuda. Te quedas sin la vivienda pero también sin deuda.
Sin embargo, tienes que tener en cuenta que no todos los bancos aceptan esta opción.
Consejo 5
Si no puedes hacer frente a tus deudas y ninguna otra solución es viable, el concurso de acreedores puede ser la última alternativa. A través de este proceso, puedes negociar con los acreedores un acuerdo para pagar tus deudas bajo unas condiciones más flexibles, o incluso llegar a una exoneración de parte de las mismas.
Consejo 6
No hagas como el avestruz y escondas la situación. Cuánto antes actúes, mejor. Más opciones tendrás para encontrar una solución favorable que si dejas pasar el tiempo. Ignorar las notificaciones de los acreedores solo agravará tu situación.
Lo mejor es afrontar el problema y ver qué puedes hacer, además, lo más recomendable es confiar en un abogado especializado en resolución de deudas y con experiencia en el sector.
Deja una respuesta