Tener un seguro de hogar no es obligatorio, salvo que sea una vivienda hipotecada o que se te exija en tu contrato de alquiler, pero sí muy recomendable. Sin seguro, serás tú, como dueño de tu casa, quien tendrá que pagar cualquier daño que se produzca en tu vivienda. Aunque seas una persona altamente prudente, nadie está libre de un inesperado apagón eléctrico o de unas humedades que aparecen de repente en el salón.
¿Sabes qué cubre el seguro de hogar? El seguro de hogar básico cubre los daños por incendio, robo, inundación, así como la cobertura de responsabilidad civil (los daños que los habitantes de la casa, incluidas las mascotas, provoquen a terceros). Dependiendo del tipo de seguro tendrás más o menos garantías. Veremos que suelen cubrir los seguros de hogar y cómo reclamar al seguro ante un daño en tu vivienda.
¿Qué cubre el seguro de hogar?
El seguro de hogar cubre los daños accidentales producidos en la estructura de la vivienda y en los bienes que están dentro de la vivienda asegurada. También existen garantías adicionales como:
- Incendios o daños eléctricos
- Robo y hurto dentro de casa, así como el robo fuera de casa
- Rotura de espejos, cristales, vitrocerámicas de la vivienda
- Daños por fenómenos atmosféricos
- Deterioro de alimentos en el frigorífico: cubre los alimentos que ya no sean comestibles como consecuencia de una avería del frigorífico o de un apagón eléctrico.
- Responsabilidad civil: el seguro se hace responsable del pago de las indemnizaciones de los daños que produzca el asegurado o su familia. Se incluye también los daños que puedan provocar las mascotas. Por ejemplo, si el perro muerde a alguien.
- La defensa jurídica normalmente está incluida en todos los seguros de hogar.
- Actos de vandalismo: daños materiales causados de forma dolosa por terceros. Aunque se excluyen los daños o gastos ocasionados como consecuencia de pintadas, inscripciones, pegadas de carteles o hechos analógicos y las acciones que tuvieran el carácter de motín o tumulto popular.
- Daños por agua: se indemnizan los daños por escapes accidentales de agua, rotura de tuberías o grifos, inundaciones, así como problemas de filtraciones (humedades).
Exclusiones
Un seguro de hogar no te protege de todo. Hay determinadas situaciones que se excluyen en la póliza o tienen un trato diferente:
- El robo de dinero en metálico o las joyas. Algunos seguros lo incluyen pero introducen límites muy bajos.
- Daños eléctricos de determinados elementos: bombillas, lámparas, fluorescentes, etc.
- Si se produce un daño y se demuestra que ha sido causado por la falta de mantenimiento del hogar, el seguro podría no hacerse cargo.
- Los gastos de desatascado de tuberías
- Si eres fumador, los desperfectos que pueda causar un cigarro mal apagado, no serán cargo del seguro.
- Si dejas la ventana de tu casa abierta, comienza a llover y entra el agua, tampoco cubrirá el seguro los daños que se hayan podido producir.
- Los daños del viento o la lluvia de intensidad moderada, es decir, si el fenómeno atmosférico no alcanza una determinada intensidad o si superan una intensidad concreta, el seguro no se hará cargo.
¿Cómo reclamar al seguro de hogar?
Si se ha producido un daño en tu vivienda, tendrás que saber por ejemplo: cómo reclamar humedades al seguro del hogar. Si el incidente ha sido provocado por el agua, o si se ha producido un corte eléctrico, cómo pueden reclamar dichos daños a tu seguro.
En primer lugar, se debe comunicar a la compañía lo ocurrido (plazo de 7 días). Por ejemplo, hay unas humedades en en salón. Lo más recomendable es hacerlo por escrito. Si se trata de un robo o un hurto, se denunciará ante las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Si tu póliza tiene cubiertos estos incidentes, no deberías tener problemas para que la aseguradora se haga cargo de las reparaciones.
Una vez que se comunica al seguro, la compañía enviará a tu casa un perito para analizar y evaluar las consecuencias del accidente. El perito hará una estimación de los daños y pérdidas. A continuación, la aseguradora bien abonará una indemnización económica o se hará cargo de la reparación de los daños o la reposición de los objetos asegurados.
Si el asegurado está conforme tanto con la oferta como con la evaluación del perito, se termina el procedimiento. La compañía de seguros tiene un plazo de 3 meses para abonar la indemnización.
Si no estás de acuerdo, puedes reclamar y pedir un nuevo peritaje. Si no se consigue llegar a un acuerdo amistoso, una de las opciones que tenemos es acudir a los Juzgado y Tribunales, si se trata de un procedimiento inferior a 2000 euros, no sería necesario abogado ni procurador.
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